Con los años, aprender inglés se ha transformado en un objetivo imperecedero para quienes no nacieron en un país de habla inglesa. Cada día, son miles y miles de personas alrededor del mundo las que toman clases y cursos standard, otros intentan estudiar por su cuenta, mientras otros tantos abandonan y vuelven a empezar otra vez. Afortunadamente también son miles y miles los que por fin logran dominarlo.
¿Y qué tiene el inglés que logra concentrar tanta atención?
Las razones para la popularidad del inglés son variadas: desde ser un idioma asociado al desarrollo económico, la creación de negocios, haberse transformado en el idioma que comparten las naciones más poderosas y un sinfín de otras asociaciones que se nos vienen a la mente. Y en algunos países como Chile, llega a ser hasta un símbolo de status, pues es indicador de una educación más privilegiada accesible para unos pocos.
Lo cierto es que, querámoslo o no, saber inglés pasó a ser una necesidad cada día más presente en la vida laboral, y puede abrirte muchísimas puertas. Claro que el no saberlo, también puede cerrarlas.
Y ahí es precisamente donde muchos profesionales se encuentran ante la siguiente disyuntiva. ¿Aprender inglés o aprender otra cosa?
Por muchos años, la tendencia marcada fue definitivamente “aprender otra cosa”, especializarse, a como diera lugar…y “Aprender inglés no más” no era una opción bien mirada. En realidad, se le veía como una habilidad secundaria, así como saber manejar o andar en bicicleta.
Pero hoy, si miramos fríamente el mercado laboral, nos encontramos que esa “habilidad secundaria” está regulando quiénes llegan más lejos y quiénes se quedan en el camino. El mercado está lleno de profesionales con uno, dos, hasta 3 postgrados: MBAs, magíster en todas las áreas, diplomados, certificaciones y cursos de todo tipo…y muchos de ellos desempleados.
Estar desempleado en Chile hoy en día no se relaciona con falta de preparación, y menos de capacidad. De hecho, muchos de nuestros profesionales se encuentran sobrecalificados para sus cargos. Si echamos un vistazo a las diferentes bolsas de empleo, nos damos cuenta de que el problema es otro: la gente no sabe inglés. Por lo menos, no el inglés suficiente.
Hoy en día si postulas a un cargo te piden inglés avanzado. Y ya es requisito excluyente. Y nuevamente un montón de profesionales se encuentran ante la disyuntiva: ¿Aprender inglés o aprender otra cosa? La respuesta ahora parece ser distinta: ya no quieren especialistas con máximas certificaciones ni toda la experiencia en todos los procesos. Ahora quieren gente que hable inglés bien.
Y si lo analizamos desde un punto de vista práctico, las empresas no dejan de tener razón.
Año a año se desperdician sumas exorbitantes en Capacitación en Idiomas. Cursos carísimos que al final no llevan a ningún lado. La misma cantidad de trabajadores año a año en los mismos cursos de inglés para que al final, no puedan expresarse de manera clara. ¡Ni pensar en valerse por sí mismos en el mundo de los negocios en inglés!
Hay que admitir que, si las empresas contratan a gente que ya sepa hablar inglés bien, se ahorran un montón de dinero y esfuerzos…y sobretodo tiempo…que en el mundo de los negocios es vital. En realidad, lo que las empresas están haciendo es eliminar lo que les produce pérdidas, a la espera de que los profesionales que lleguen, ya tengan resuelto un tema que a la empresa le costaría millones.
¿Y qué hacer ante esta nueva visión del mercado?
Como ante la mayoría de los cambios: ADAPTARSE. Y todo lo que eso implica.
En otras palabras: ya va siendo hora de que mejores tu inglés.
¿Y cómo hacerlo, si parece que todos los cursos tienen el mismo destino incierto? En realidad, no. La oferta es más que variada, y nada te obliga a elegir el mismo tipo de curso que antes no te resultó. Tú tienes el poder de cambiar las cosas, y en lugar de elegir “lo de siempre”, puedes optar por algo que realmente marque la diferencia.
Lo primero es saber lo que necesitas, y ya que el tema del inglés está afectando tu desarrollo profesional, lo segundo será concentrarte en llegar pronto a tu objetivo.
Tu opción más rápida es elegir un Curso de Inglés Personalizado, que te aporta los grandes beneficios de centrarse precisamente en lo que necesitas aprender, trabajando a tu propio ritmo, donde tú desees, y enfocarte en tus objetivos específicos, corrigiendo además todos los errores que nunca nadie antes notó.
¿Y cómo encuentras esa maravilla? Es más fácil de lo que crees. Aquí te explico una serie de consejillos para ayudarte a encontrar el que más te conviene.
Si buscas avanzar en tu carrera profesional debes estar más o menos consciente de lo que te falta para llegar a ese punto. En tu mundo actual, una de esas cosas es precisamente desenvolverte bien en inglés en las situaciones de trabajo: entrevistas, reuniones, presentaciones, informes y otros. El poder llegar a donde no dependas de nadie para traducirte todo o la mitad de lo que se habla, debe ser uno de tus objetivos fundamentales a lograr.
Por eso, te dejo la importante tarea de buscar, y buscar con paciencia un profesor o curso/instituto que “te lea”, que interprete esa necesidad y te ofrezca soluciones a tus limitaciones con el idioma. Solo de esa forma, podrás derrotar al monstruo del “inglés avanzado excluyente” y de aquí a unos meses debieras estar encaminado a una mejor opción laboral.
¡Nos vemos!
Publicado 14/11/2018
Una de las preguntas recurrentes en mi profesión es precisamente ¿Cómo puedo aprender inglés rápido? Ya sea por temas de trabajo, negocios, viajes, estudios o una mezcla de las anteriores, la mayoría de las personas que me consultan, quieren aprender inglés lo más rápido posible. Claro que ojalá sin esfuerzo, y en lo posible gratis, pero eso ya es otra cosa.
Lo malo, es que en esa prisa por querer aprender todo en un mes, quienes buscan cursos de inglés super rápidos a veces ni siquiera toman en cuenta la metodología que utilizarán con ellos, menos aún los esfuerzos propios que deberán realizar: la idea es aprender AHORA YA.
Desafortunadamente, cuando se trata de un idioma, siempre hay que considerar varios elementos que pueden ayudar o retardar el avance, incluso impedirlo…por lo que siempre antes de dar cualquier consejo, procuro indagar más allá de esa “urgencia por aprender” y llegar a la razón real.
Aprender un idioma requiere de ciertas condiciones ideales, que aunque no son difíciles, tienden a ser pasadas por alto. Estas condiciones son precisamente las que entregan una motivación real, dan las fuerzas para seguir, te mantienen entusiasmado, y fuerzan a tu ingenio a encontrar nuevos caminos para aprender nuevos contenidos.
Una de estas condiciones tiene que ver con la necesidad de irse a vivir a otro país. La sola idea de llegar a un lugar donde no nos podremos comunicar nos hace activar todos los mecanismos de alerta y sobrevivencia, y casi sin imaginarlo, tendemos a buscar mil y una formas de adquirir el vocabulario básico al menos para “salvar”. Y en el caso de tomar clases, nos ayudan a sacar el mayor provecho posible, pues asociaremos ideas, contenidos, y conceptos, “para morir con las botas puestas”.
Otra de las condiciones ideales para que una persona aprenda rápido tiene que ver con una exigencia de trabajo. Ya sea que nos vamos a vivir y trabajar a un país donde hablan otro idioma o porque comenzaremos a tener contacto permanente con gente de otros países, la necesidad real de transmitir lo que necesitamos, nos hace tratar de absorber el mayor conocimiento que podamos antes de enfrentar las situaciones en que deberemos “batírnosla solos”.
En ambos casos estamos desesperados. Así es que aprendemos muy rápido.
Pero existe otra condición que no tiene nada de ideal: es cuando nos sentimos forzados a aprender, y como es algo que no queremos hacer, tratamos de apurar el mal trago, y queremos comenzar luego para terminar lo más pronto posible.
Esta es la peor de las opciones, pues vaticina un fracaso rotundo.
Tratar de aprender algo “obligado” ya nos deja un mal sabor de boca. Pero además tiene efectos nefastos en lo que tratemos de aprender. Pareciera que el cerebro se rebela, no quiere retener nada, y lo peor, nos ayuda a encontrar mil excusas para postergar el tema o simplemente abandonar.
Y no importa lo que alcancemos a aprender, ni siquiera querremos usarlo, porque ya lo odiamos.
La actitud también tiene mucho que ver en la rapidez conque podamos aprender algo, en este caso, inglés. Una actitud positiva siempre facilitará todos los caminos, por más que nos cuesten. Así que los contenidos más difíciles los transformaremos en desafíos que iremos conquistando paso a paso. Por el contrario, una actitud derrotista nos llevará por un camino negro en que cada nueva palabra será un calvario, y nos costará diez veces más recordarla.
Una actitud positiva inevitablemente nos llevará a querer practicar todo lo que estemos aprendiendo, al fin y al cabo, será como un juguetito nuevo, y lo querremos lucir a como dé lugar. Sin embargo, una actitud negativa con respecto al curso, clases o el contenido nos hará tratar de mantener todo oculto. Que nadie nos pregunta nada. Ni siquiera querremos mirar los apuntes…total, para eso vamos a clases, ¿o no?
Una buena actitud acelera nuestro aprendizaje.
Tendemos a hacer más preguntas, nos asaltan nuevas dudas, googleamos, vemos videos y ¡hasta usamos el diccionario por voluntad propia! Contamos con todo el entusiasmo del mundo…cada palabra nueva que reconocemos es un pequeño triunfo y tratamos de que no se nos escape.
Pero si no queremos aprender, corremos el riesgo que ni siquiera logremos retener la información. El cerebro no es tonto. Si ya le estamos enviando el mensaje de que no queremos saber de algo, ¿para qué va a invertir tiempo y espacio en tratar de recordarlo? Simplemente dejará que pase de largo, y si lo almacena, ni te enterarás de dónde quedó.
Una mala actitud te lleva a un pésimo aprendizaje.
Por eso siempre insisto tanto en tratar de averiguar las razones de por qué alguien tiene tanta prisa en aprender. No es que sea sospechoso, hay una lógica predictiva detrás. Así se puede saber fácilmente qué tan tortuoso o qué tan fácil va a ser ese camino…y por supuesto si va a llegar a buen puerto.
Así es que una vez más, antes de averiguar por todos lados cuál es la forma de aprender inglés de manera express, es mejor que pienses bien en tu propio caso y trates de definir por qué tienes tanta prisa. Mira que tanta prisa te puede jugar en contra.
Si aún después de esta lectura, aún te sientes en el caso de que quieres o necesitas “aprender inglés para ayer”, te invito a responder las siguientes preguntas, que te ayudarán a definir si en realidad la necesidad es tan grande, tan imperiosa y qué tanto esfuerzo estás dispuesto a realizar para lograrlo.
Teniendo claro el panorama sobre si en realidad necesitas acelerar tanto tu aprendizaje del inglés, ahora te dejo con algunos consejos que te ayudarán en el camino, sea cual sea el plazo en que necesitas mejorar tu nivel.
http://www.mansioningles.com/NuevoCurso.htm
Si eres de las personas que necesitan una guía y que “alguien los presione” para avanzar o con quien practicar lo aprendido, será mejor que optes por tomar un curso formal.
Si trabajas en una empresa, es posible que te den la opción de estudiar inglés con algún instituto/ proveedor de cursos de inglés (OTEC o similar). Si puedes elegir, opta siempre por la menor cantidad de alumnos por curso (divide una hora cronológica por el número de alumnos en el curso: ese es el tiempo real que el profesor/a podrá prestarte atención en la clase). Eso influye directamente en la velocidad de tu progreso.
Si tú vas a pagar el curso, tu mejor opción será siempre un/a profesor/a particular. Te parecerá más caro inicialmente, pero debes considerar que todo su tiempo estará dedicado a ti, y no a un grupo, y tu avance será muchísimo más rápido, por lo que, a mediano y largo plazo, te ahorrará dinero. Por otro lado, el profesor podrá adaptarse a tus necesidades en el idioma, y si tienes claros tus objetivos, podrán trabajar juntos en conseguirlos. Aquí hay un par de links donde puedes encontrar profesores de inglés:
https://www.tusclasesparticulares.cl/
Recapitulando, no siempre es imperioso aprender inglés lo más rápido posible. En realidad, es mejor tomarse su tiempo y la prisa debiera dejarse para los casos extremos en que se debe avanzar mucho en un tiempo acotadísimo. Acelerar tanto las cosas, no es solamente agotador en cuanto a tiempo y esfuerzos, sino que representa un gasto bastante alto en un tiempo reducido, aunque presenta beneficios casi inmediatos.
Cuando debes avanzar varios niveles para llegar a un determinado manejo del inglés y tienes un tiempo acotado, la mejor opción será recurrir a un curso intensivo o semi intensivo, donde habrá un correcto uso del tiempo y una buena práctica de estructuras, vocabulario, gramática, conversación y otros.
Cuando se trata de avanzar entre un nivel y otro, y no existen mayores presiones de tiempo, es mejor optar por un curso más calmado, donde te sientas a gusto, que tenga continuidad en el tiempo (y que por supuesto no dejes botado) y donde observes a diario los beneficios de un avance sostenido y sólido.
Como verás, lo fundamental sobre aprender inglés super rápido es saber si realmente necesitas aprender así de urgente o es mejor tomarse el tiempo necesario e ir paso a paso avanzando, de manera segura hasta llegar a tu meta. Analizando bien tu realidad particular y teniendo claro cuál es el nivel de urgencia, podrás elegir la mejor alternativa y "no morir en el intento".
¡Nos vemos!
Publicado: 10/10/2018
Aprender inglés tiene sus costos. Eso no es nada nuevo, y dependiendo del profesional o curso que contrates, esos costos pueden ser bastante elevados. Por lo mismo, es comprensible que exista una buena cantidad de personas que prefieran ahorrarse el dinero, ya sea porque se les hace demasiado difícil solventarlos o porque piensan que es innecesario.
Entonces, han decidido estudiar inglés solos/as.
Y eso no tiene nada de malo, es una opción perfectamente válida que puede tener muy buenos resultados.
Pero antes de lanzarte a la aventura, siempre es bueno tomar en cuenta las características de las formas tradicionales para aprender inglés, a fin de que puedas tomar las mejores decisiones en tu camino a dominar el idioma.
Lo primero que debes saber, es que cuando se enseña inglés, no hay improvisación. Todo lo que se realiza debe seguir un orden lógico, de menos a más, para asegurar que el aprendizaje sea efectivo.
Lo segundo, es que se debe buscar la mayor práctica posible de lo que se enseña, para que sea más fácil recordarlo primero, y luego asimilarlo.
Lo tercero, es que debes ser humilde. Cuando enseñas, no puedes pretender saberlo todo, por lo que debes prepararte constantemente, aprender permanentemente y revisar constantemente si estás en lo correcto.
Aprender inglés, como cualquier idioma debe seguir cierta lógica, no es llegar y aprender palabras sueltas o un montón de frases sin sentido…eso sería como recitar las tablas de multiplicar a diestra y siniestra.
Para que el cerebro comprenda y asimile lo que está aprendiendo, debe hacerle sentido, si no, no lo recordará. Esa es la razón de por qué los idiomas se enseñan utilizando ciertos programas de enseñanza, bien delimitados. Estos permiten entregar contenidos de forma progresiva, para que el cerebro vaya asimilando patrones desde los más simples a los más complejos, y luego establezca vínculos entre ellos.
Desafortunadamente, muchas veces los programas de enseñanza del inglés se basan demasiado en estructuras gramaticales, dejando de lado el uso práctico del idioma. En otras palabras, un montón de patrones gramaticales desde los más simples a más complejos, que puedes hasta recitar de memoria, pero no permiten conversar en inglés. Lamentablemente, esta es una realidad visible en muchos colegios y escuelas de nuestro país.
Por otro lado, existen algunos enfoques más novedosos y prácticos para aplicar lo aprendido: los llamados “cursos de conversación”. En ellos, se trata de integrar las estructuras gramaticales aprendidas en una conversación sobre cualquier tema. Normalmente los encontramos en los Institutos y Academias de Idiomas. La participación de cada alumno es un poco escasa, debido a la gran cantidad de personas por curso.
Y también están las clases de conversación que ofrecen los profesores particulares, más personalizadas, y que te dan la opción de participar más y conversar en inglés la mayor parte de la clase (generalmente son cursos individuales)
Seas alumno o profesor, es importante mantener la humildad ante lo que sabes. Es iluso pensar que porque viviste unos años afuera, el inglés ya no presenta secretos para ti. Lo mismo pasa si has enseñado toda la vida o has estudiado inglés desde que eras chico/a. No eres un diccionario, y si lo fueras, quedarías obsoleto cada cierta cantidad de tiempo.
El idioma es una de las cosas que nunca se termina de aprender, solo piensa cuántas palabras desconoces del español.
Todo idioma está vivo. Va cambiando, según la época, según los usuarios, según las circunstancias. Año a año se van incorporando palabras y expresiones nuevas. Y cada cierto tiempo, se transforman en “oficiales” y debes irlas incorporando.
Y tu mismo uso del idioma va cambiando a medida que vayas aprendiendo. Por eso es vital saber cómo vas avanzando, o si vas empeorando, o aprendiendo cosas de manera incorrecta (que te pueden meter en más de algún lío a futuro).
Además de llevar una progresión lógica cuando se trata de enseñar inglés, también debe existir formas de medir ese avance. Es vital saber “cómo vamos”. Para eso se utilizan diversas formas de medición: se evalúa a través de la conversación, de controles, pruebas o de tareas específicas a realizar. Cada profesor/a decidirá cuál de estas técnicas es la más apropiada para cada caso.
La ventaja principal de monitorear el avance es saber si se está en el camino correcto. También se conoce desde el principio cuáles puntos se deben reforzar, y cuáles cosas se están aprendiendo mal.
Ahora, cuando se piensa estudiar inglés por cuenta propia, deberás considerar qué alternativas puedes encontrar para monitorear o evaluar tu avance. Y por supuesto, cuáles de estas alternativas sirven mejor para tu propósito. Si quieres avanzar mucho en conversación, medir cuánto vocabulario sabes de animales no te servirá de mucho.
Existe una buena cantidad de detractores a la opción de estudiar inglés por tu cuenta. No voy a manifestarme con respecto a las posibles razones detrás de esa opinión. Pero a mi modo de ver, estudiar por cuenta propia es una decisión válida y merece todo mi respeto.
Pero es difícil.
Lanzarse a la aventura de aprender inglés solo/a puede ser motivador o frustrante. Motivador, porque se viene una carga de adrenalina al lanzarse a aprender algo nuevo, ahorrarse el dinero y no depender de nadie. Frustrante porque ir en solitario te deja sin posibilidad de una guía que te diga qué hacer y si acaso estás en el camino correcto.
Hay una gran posibilidad de cometer errores también. Nadie morirá a raíz de ellos, pero te pueden hacer perder muchísimo tiempo y esfuerzos.
Y también te pasará que querrás abandonar, por aburrimiento, por frustración, porque te toma mucho tiempo y por mil y una razones. Dependiendo de lo que hagas con respecto a esa “tentación de dejar todo botado”, podrás obtener buenos resultados o simplemente una mala experiencia que prefieres olvidar.
Pero sí se puede, y conozco mucha gente que lo ha logrado. Y vaya que han llegado a tener un buen nivel de inglés.
A modo de consejo general, yo diría que lo mejor que puedes hacer si has decidido estudiar inglés por tu cuenta, es buscar asesoría. Alguien que te guíe sobro los puntos que debes considerar, que puedes esperar, qué evitar y cómo armar tu estrategia. Con esas ideas preliminares ya podrás armarte un plan, que te ayudará muchísimo a organizarte.
Una vez más, considera que la tarea de estudiar solo/a no es fácil. Estudiar inglés por cuenta propia es casi como ir al gimnasio: hay que crearse el hábito y sinceramente, no todos pueden lograrlo. Pero si crees que puedes lograrlo y es definitivamente la opción que elegiste, te dejo más abajo una serie de consejos para que puedas ORDENARTE, y comenzar la aventura de aprender inglés por tus propios medios.
Lo primero que hay que saber es que SÍ, ES POSIBLE. Habrá un montón de colegas míos que te dirán que no se puede, pero me ha tocado entrevistar a un sinfín de personas con un inglés avanzado y que lo han adquirido con su propio esfuerzo, sin tomar clases en ningún lado.
Lo segundo, es que REQUIERE ESFUERZO, DISCIPLINA Y DEDICACIÓN por tu parte. El aprendizaje no llega solo, hay que hacer un esfuerzo consciente y sobre todo, SER CONSTANTE. No importa el método, lo importante es que no abandones, si lo haces, bajo la excusa que sea, no aprenderás nunca.
Habiendo dicho esto, veamos a los 5 puntos que yo creo son esenciales para definir ANTES de comenzar a estudiar inglés solo/a:
Importante: Si no lo logras, ¡NO PASA NADA! posiblemente necesitas que alguien te guíe, o mayor orientación de cómo seguir. Te invito a contarme cómo te va.
Existen muchísimas formas de aprender, y en realidad internet está plagado de opciones y recursos para aprender inglés, pero, nada de eso te servirá si no tienes claros y definidos los 5 puntos que te acabo de mencionar.
Si quieres comenzar a probarte a ti mismo/a si eres capaz de estudiar solito/a, te recomiendo encarecidamente el siguiente sitio web argentino totalmente gratuito: www.ompersonal.com.ar. Contiene desde una prueba para saber tu nivel de inglés a cursos completos, además de una infinidad de material excelente, y lo más notable es que todo está en inglés y español.
Recuerda también que en este blog estaré posteando constantemente consejos para que puedas aprovechar mejor tu aprendizaje, y qué cosas debes tomar en cuenta antes de elegir un curso. Si quieres contarme cómo te va con estos consejos, o aún tienes dudas de cómo podrías estudiar inglés por tu cuenta, solo haz click aquí: ESTOY APRENDIENDO POR MI CUENTA
Ánimo y a conquistar el inglés.
¡Nos vemos!
Publicado 03/10/2018
CÓMO SACARLE PROVECHO A TU CURSO DE INGLÉS
Tomar clases de inglés puede ser una excelente inversión si tienes en mente mejorar en tu carrera profesional, acceder a mejores cargos y abrirte camino en los negocios a un nivel internacional.
No siempre es fácil dar con el curso adecuado, ése que se acomode bien a lo que necesitas y que te brinde satisfacciones a corto plazo.
Sin embargo, muchas veces ocurre que has dado justo en el clavo, y encontraste el curso casi perfecto, que se adapta a ti, a tus horarios, a tu bolsillo y a todo lo que esperas. Y aún así sientes que no avanzas todo lo que quisieras…¿te suena familiar?
Hay que decirlo: el problema no radica en la calidad del curso.
En un alto porcentaje, los cursos que se ofrecen a diestra y siniestra, no se adaptan 100% a lo que necesitas. Aunque en general están bastante bien elaborados. Tienen una estructura lógica que garantiza un avance sostenido en el manejo del inglés. También se preocupan de tu pronunciación, de lo que entiendes en conversación y hasta lo que escribes.
Entonces, ¿Por qué en ocasiones hay gente que avanza a mil por hora y tú das 4 pasos y estás perdido? La respuesta está más arriba: porque en general los cursos no se adaptan 100% a lo que necesitas.
Existen muchos factores que pueden hacer que tu aprendizaje sea más lento, o difícil y tienen que ver más con tus características personales. Considerar estos factores cuando tratas de aprender inglés te será muy útil, pues no te sentirás eternamente culpable, y te ayudará a encontrar formas de superar los obstáculos que te están impidiendo aprender.
No todos aprendemos de la misma forma ni a la misma velocidad. Ni siquiera tenemos los mismos gustos.
Hay personas que aprenden mejor si anotan todo, pues les ayuda a memorizar. Otros no anotan nada, porque recuerdan mejor lo que escuchan. Hay gente que capta todo de inmediato, y hay otros que deben procesar un poco más las cosas antes de captarlas bien. Cada persona es diferente, y si asumes esa realidad, ya no deberás culparte por no ir a la misma velocidad.
Los diversos elementos y contenidos de los cursos de inglés se elaboran a nivel general, no personalizado. La idea es entregar una visión global del uso del idioma en contextos comunes a todo el mundo. Por eso es posible que, lo que a una persona le sirve, a ti no te ayuda en lo absoluto. O que los ejercicios que hagan en clase motiven a todos, pero tú no les encuentres lógica.
Y si hablamos de gustos, la paleta de posibilidades se expande aún más.
Los temas de conversación te pueden resultar totalmente aburridos y a tus compañeros les parezcan una maravilla. O lo que a ti te sea interesante a los otros los mande a dormir. Estamos claros que es difícil dar con un punto medio y encontrar temas y contextos que le puedan servir literalmente a todo el mundo.
Eso no quiere decir que un curso sea malo. Pero sí te hará sentir que no encajas y te sentirás frustrado porque no puedes ir al mismo paso que los demás. Tampoco se puede decir que un tema u otro sea malo, pues solo es una cuestión de gustos.
¿Qué puedes hacer entonces?
Siempre es aconsejable revisar los contenidos que se van a cubrir en un curso y la forma de practicar que usarán. Ya sea un instituto o profesor particular, debieran darte la información necesaria para que sepas a qué atenerte. Saber si lo que te van a enseñar es de tu gusto o si el tipo de ejercicios te puede acomodar, te permitirán saber si un curso funcionará contigo o no.
Y por supuesto, el hecho de que los cursos de inglés en general cuenten con contenidos y actividades “globales”, también hace que provoquen distintos niveles de motivación.
Si no te gustan los temas que se están tratando, tu motivación se irá por el suelo, no tendrás ganas de asistir. Por otro lado, si están tratando temas que te parecen útiles o te entusiasman, de seguro esa parte del curso la aprenderás muchísimo más rápido que las que estudiaste por obligación.
También incidirá la motivación inicial que tú tienes para aprender inglés. Si te sientes obligada por un tema de trabajo, y simplemente nunca quisiste tomar esas clases, tu aprendizaje será ínfimo, y se transformará casi en una tortura para ti (y para tu profesor y compañeros también)
Por el contrario, si sientes que esta es la oportunidad de tu vida para vencer por fin el inglés, posiblemente tu motivación estará por las nubes. Y tu cerebro estará más alerta, notando muchos más detalles que te permitan conectar lo que viste en clase con lo que escuchaste en la TV, por ejemplo. Y no solo aprenderás más rápido, sino que más.
Cada uno de nosotros viene de una realidad diferente. Algunos tienen un bagaje más internacional y han estado en contacto con el idioma por distintos motivos: viajes, una educación más acabada, cursos especiales, etc. Otros, no han tenido la misma suerte y su contacto con el inglés ha sido mínimo y hasta cargado de malas experiencias.
Sea cual sea tu caso, es el “equipaje” que llevas contigo a todos lados, y parte de tu realidad. Todo lo que aprendiste o no, te dificultará o facilitará la tarea, tan solo por el contacto anterior que tuviste con el tema. Si viajaste mucho, o tomaste clases extras durante tu etapa escolar, el inglés te será más fácil. Es terreno conocido. Pero si nunca tuviste acceso al inglés, o simplemente lo evitaste por otros motivos, la tarea será más difícil: es un terreno inhóspito.
Y si ya te embarcaste en un curso, y tienes toda la intención de avanzar todo lo que puedas, pero no estás muy claro/a cómo favorecer aún más este proceso, debo decirte que hay varias formas en que puedes transformar tus clases en una experiencia mucho más útil de lo que son ahora.
Dejemos de lado todo lo que el/la profesor/a puede hacer por ti y la calidad del método y del material que estés utilizando. Si nos centramos en ti, ¿crees estar haciendo todo lo necesario para aprovechar la clase? ¿Tienes la motivación necesaria? ¿Estás haciendo solo lo que te piden o quieres “ir más allá”?
Curiosamente, tal vez tú mismo estés saboteando tus clases y ni siquiera te hayas enterado. Hay muchas cosas que uno hace o deja de hacer de manera inconsciente, y créaslo o no, pueden estar reduciendo la eficacia de tus clases.
¿Qué puedes estar haciendo que no te permite aprovechar el 100% de ese curso al que le estás poniendo tanto empeño? De seguro más de alguna cosa, aunque no lo creas. Así es que más abajo te dejo una lista de puntos que ni siquiera habrías considerado, pero que evitarán que desaproveches tus clases y las hagas rendir al máximo:
Si lo miras desde el punto de vista netamente económico, no tiene sentido desperdiciar el 50% de lo que pagas porque no llegaste a tiempo, ni tampoco pagar un curso al que no asistes. Tampoco es lógico evitar practicar lo que te enseñan.
Desde el punto de vista del aprendizaje, si ya estás haciendo el esfuerzo de tomar clases de inglés, lo ideal es transformarlo en una experiencia productiva. No desaproveches la oportunidad de practicar un poco más, y exponerte un poco más al idioma. Trata de usarlo en tu vida diaria hasta que se convierta en algo automático.
Aprovechar mejor cada clase te hará ver resultados más rápido. Mientras más resultados veas, más contento te sentirás con tus logros, y habrás armado un círculo virtuoso que te puede llevar a un nivel de inglés increíble.
¡Nos vemos!
Publicado: 26/9/2018
En este mundo tan globalizado saber inglés es vital. Sin importar mucho cuáles son tus planes a futuro, de seguro se te harán más fáciles sabiendo inglés. Podrás viajar sin mayores problemas, estudiar en Estados Unidos o Europa, y hasta tener un trabajo mejor remunerado. También un mejor acceso al conocimiento, comunicación a nivel internacional y la posibilidad de hacer mejores negocios, todo gracias a un buen manejo del inglés.
La popularidad del inglés ha crecido con los años, por lo que ha sido necesario crear las instancias para tener todo más ordenado. No es llegar y decir que uno sabe inglés, hay que demostrarlo.
Y aunque eso es fácil de hacer con tan solo abrir la boca, para situaciones más oficiales y que requieren una evidencia más acabada y precisa, se han creado varias Certificaciones que sirven de parámetro a nivel mundial, para determinar si manejas el idioma o no.
Dependiendo de para qué quieres demostrar tu nivel de inglés, existen diversas opciones de Tests de Certificación, todas reconocidas a nivel mundial: TOEFL, IELTS, TOEIC, Cambridge, EF SET, etc. De estas, el TOEFL y el IELTS son las más solicitadas.
Es importante destacar que no siempre vas a necesitar una Certificación para demostrar tu nivel de inglés. Todo dependerá si lo que quieres hacer te lo exige o no: ya sea para obtener una visa de estudios o trabajo, para estudiar en una universidad de habla inglesa, o para radicarte en otro país.
Certificación para efectos de Visa
Hay veces en que la gente necesita un cambio de vida, y por lo tanto decide irse a probar suerte a otro país. Si ese país es de habla inglesa, de seguro le exigirán que rinda uno de estos exámenes para efectos de la visa. Si es el TOEFL o el IELTS, ya dependerá si se trata de Estados Unidos o Canadá (TOEFL) o bien el Reino Unido y Europa (IELTS).
Cuando se trata de obtener una visa para alguno de estos países, el puntaje que te piden obtener no es demasiado elevado. Solamente lo necesario para demostrar que te puedes comunicar más o menos decentemente. Es lo equivalente a un nivel de manejo Intermedio del idioma.
Lo que te piden en estos casos es demostrar que vas a ser capaz de sobrevivir un año o el tiempo que dure tu visa, sin mayores problemas de comunicación. E incluso en programas como el Working Holidays, tendrás la posibilidad de optar a diversos trabajos con ese puntaje.
Certificación para estudios
Si tú quieres hacer un Postgrado en un país de habla inglesa, obviamente deberás rendir uno de estos exámenes. En esos casos, cada universidad te informará cuál es el puntaje de entrada que te solicitan para el TOEFL o el IELTS. En el caso del TOEFL el requisito de puntaje será bastante más alto y en el caso del IELTS, además de obtener un puntaje más alto, tendrás que hacerlo en una modalidad especial, llamada “Academic”.
En ambos casos, lo que se espera de ti es que demuestres que eres capaz de estudiar por uno o más años en un país de habla inglesa. Eso implica que puedas leer una gran cantidad de textos, asistir a todas las clases lectivas y escribir ensayos sin problemas de comprensión.
De ahí a que te exijan tener un nivel casi Avanzado. Y aún teniéndolo, deberás prepararte varios meses para obtener un buen resultado. De lo contrario, deberás repetirlo.
Para postular a ciertos trabajos
Otra de las opciones para tener que recurrir a uno de estos dos exámenes es cuando estás tratando de postular a un puesto en otro país. Es bastante común, pero no obligatorio, que te pidan un cierto puntaje en cualquiera de estos tests o incluso en algún examen local de medición de inglés. La idea fundamental detrás de esto es que tu futuro empleador desea saber si te podrás desenvolver convenientemente en el ambiente de trabajo.
Normalmente el puntaje que te piden en estos casos es un puntaje bastante normal, suficiente para asegurarse de que tienes un nivel más o menos Intermedio. Sin embargo ahora hay muchas empresas que prefieren saltarse ese examen, y están recurriendo simplemente a una entrevista en inglés a través de Skype.
Ya te dije, estas Certificaciones no siempre son necesarias.
Aspectos a considerar antes de rendidr el TOEFL o IELTS
Si tomaste una decisión que implica que deberás rendir cualquiera de estos dos exámenes, debo decirte que hay por lo menos 7 aspectos que deberás considerar para saber bien de qué se trata todo.
Constantemente me está contactando gente que me pide que los prepare para una de estas Certificaciones. Muchos de ellos realmente no tienen una idea clara de dónde se están metiendo. No es que el examen en sí sea terrible y que obtener un buen puntaje sea imposible.
Aquí lo que prima normalmente es un gran desconocimiento del tema y de lo que se quiere lograr con la Certificación. Esto lleva siempre a desperdiciar dinero, tiempo y oportunidades.
Según mi opinión, la preparación de cualquiera de estos exámenes comienza desde el momento mismo en que tomas la decisión de vivir, trabajar o estudiar en un país de habla inglesa. Esto, porque a partir de ese momento es cuando tomas conciencia de que tienes que hacer algo para demostrar un nivel de inglés apropiado.
Y ahí es cuando comienzas a hacer planes de trámites y fechas, para que todo calce.
Lamentablemente, es muy probable que no prestes atención desde un principio al puntaje que te piden o los plazos de postulación. Esto puede hacer que tú mismo perjudiques tu propio proceso de preparación. Las consecuencias pueden ser desastrosas, con respecto al tiempo que te quede para prepararte y los puntajes que puedas lograr.
Por esta razón, decidí preparar el siguiente listado con ASPECTOS A RESOLVER ANTES DE siquiera comenzar a preparar el TOEFL o el IELTS.
NIVEL DE INGLÉS: El nivel de inglés que crees tener no es necesariamente el que realmente tienes. Aquí hay que tener muy claro desde dónde partes. Un nivel alto de inglés te facilitará mucho la tarea de obtener un buen puntaje, pero si tu inglés es básico, tus posibilidades de un puntaje que te sirva, son casi nulas. Es imprescindible conocer tu nivel desde antes de comenzar el proceso, para que cuando llegues a prepararte, ya estés en un nivel intermedio o superior.
El solo hecho de no considerar este factor desde un principio te llevará a tener que rendir el Test varias veces, con todo el gastadero que eso significa.
PUNTAJE REQUERIDO: Dependiendo del proceso de postulación en que participes, te pedirán distintos requisitos de puntaje. Normalmente, en los temas de visa, los puntajes rondan los 70 u 80 puntos en el caso del TOEFL y entre 5 o 5.5 en el IELTS.
Normalmente para postular a un puesto de trabajo, los requisitos de puntaje para el TOEFL van sobre los 80 puntos y alrededor de 6.0 para el IELTS.
Ahora, si quieres estudiar en alguna universidad en Estados Unidos, Canadá o Europa, la cosa se pone más difícil. Puede que te pidan sobre 100 o 110 en el TOEFL y en el caso del IELTS, deberás rendir su versión Academic, debiendo lograr sobre 6.5 o 7.
Lo mejor que puedes hacer en todos estos casos es informarte desde un principio cuál es tu puntaje objetivo para tu situación específica.
PLAZO PARA EL EXAMEN: Esta es la ventana de tiempo que existe entre AHORA y el ÚLTIMO DÍA DE PLAZO en que puedas enviar el resultado de tu examen a donde estés postulando. Los resultados de ambos exámenes se demoran entre 10 y 15 días, y aunque puedes pedir que los envíen directamente a la institución, debes debes considerar el tiempo suficiente para que lleguen antes del cierre de las postulaciones.
Conozco varios casos en que un error en este cálculo, e incluso en la misma fecha de postulación, hizo que todos los planes se fueran al tacho de la basura.
TIEMPO DISPONIBLE: Esto se refiere al tiempo real que puedas y quieras dedicar durante la semana a la preparación del examen. Muchas veces la gente piensa: “puedo estudiar 2 horas todos los días”. En la vida diaria, si consideras el trabajo, estudios, vida familiar, y otras actividades, esa dedicación es casi imposible.
En estos casos debes ser totalmente realista y determina de la forma más clara posible el tiempo que estás dispuesto a sacrificar para la preparar tu examen.
Y luego, deberás ceñirte a ese plan.
¿ESTUDIAR POR TU CUENTA?: Por una cosa de cultura, los chilenos no estamos acostumbrados a estudiar por cuenta propia. Desde pequeños estudiamos con un modelo fijo donde un profesor nos dice qué y cómo estudiar y estamos constantemente presionados por las pruebas y exámenes de todo tipo.
Son muy pocas las personas las que tienen el hábito formado de estudiar por su cuenta. Si ése no es tu caso, y necesitas que te guíen y presionen para estudiar, tu mejor opción será tomar clases formales. Tal vez pienses que puedes ahorrarte el dinero que te cueste tomar esas clases. Pero será la única forma en que puedas tener un trabajo métodico para preparar el examen, que te corrijan y avanzar de manera medible.
OPCIONES: Existen muchísimas opciones disponibles para preparar tu examen: libros, cursos grupales, cursos online, profesores particulares, videos, material en internet, etc.
Aquí lo más aconsejable es que analices tus propias características, tu puntaje objetivo, los plazos que tienes y la posibilidad de si puedes estudiar por tu cuenta. Con esa información ya clara, deberás decidir cuál es alternativa que te asegura mejores resultados. De esta decisión dependerá el no derrochar tiempo y dinero en una mala preparación o malos resultados.
PLAN B: La posibilidad de que tus planes fallen siempre está presente. Siempre debes contar con una o más alternativas a lo que quieres: otra universidad, otro programa de estudios, otra opción de trabajo, otro país, otros planes.
Si tienes una alternativa única el nivel de presión para rendir un buen examen será tan alto que puedes obtener un mal puntaje solo por stress. Conozco varios casos de personas que estaban tan nerviosas en el momento mismo, que se bloquearon ante varias preguntas, especialmente en conversación.
O simplemente puedes fallar en la postulación por que no consideraste los plazos. Muchas veces quieres postular además a una beca de financiamiento a nivel local y te ciñes por eso, pero como los plazos son distintos a la postulación en la universidad, puede que te quedes fuera solo porque te equivocaste en leer las fechas.
A veces una mejor oferta laboral u otro programa de estudios que no requiere inglés también pueden hacerte cambiar los planes, por lo que debes estar abierto a adaptarte, cambiar de rumbo o incluso empezar de nuevo.
Si consideras más opciones a la principal, tu nivel de stress será mucho menor y podrás obtener un mejor puntaje. Por otro lado, siempre puedes volver a rendir el examen, de ahí también la importancia de contar con un plazo suficiente, en caso de tener que recurrir a esto.
Es importante que tomes en cuenta que preparar el TOEFL o el IELTS es mucho más que tomar un libro y ponerse a hacer ejercicios. Hay toda una planificación estratégica detrás, que implica que inviertas dinero y tiempo y hagas un trabajo metódico y progresivo. La consecuencia de una buena planeación será la obtención del puntaje que necesitas.
Si todo esto lo haces de manera ordenada y como corresponde, te puedes evitar muchos malos ratos. La idea es que también puedas evitar el gasto extra de dinero por tener que rendir el examen varias veces y que en lo posible no derroches tu tiempo y esfuerzo. Es mejor que te asesores bien desde un principio y planees con calma antes de tener que renunciar a tus planes por apresuraste en tu decisión. Trabaja sabiamente, no demás.
¡Nos vemos!
Lucía
Publicado 9/9/2018
Seamos honestos: Los chilenos tenemos un mal nivel de inglés, y se nota, especialmente en comparación con profesionales de otros países. Lamentablemente este es un factor decisivo al momento de recibir algún ascenso u optar a cargos con mejores sueldos y expectativas. Lo más lamentable es que pocos, muy pocos, logran mejorar su inglés lo suficiente para que les sea útil en el trabajo. Como el tema me apasiona, he elaborado algunos consejos que te pueden facilitar el camino a un mejor uso del inglés a nivel laboral.
1. HAZ ALGO AL RESPECTO: A diario escuchamos personas quejándose de que no saben inglés y quisieran hacerlo, pero no hacen nada al respecto. También vemos cientos de profesionales llenos de “cartones” y títulos que no avanzan en su profesión porque el cargo que quieren requiere de un Inglés Avanzado. Y tampoco hacen nada al respecto. Si estás en alguno de estos grupos, pregúntate: ¿estás haciendo algo para mejorar tu inglés en el trabajo? Si tu respuesta es “NO”, siento recordarte que el inglés no llega por inspiración divina. Tienes que ponerte a trabajar en eso YA. La única forma de transformar esos lamentos en un camino al éxito es poniéndose manos a la obra: estudiando inglés de una vez por todas. Si tu respuesta es “Sí”, maravilloso, pero estoy segura de que más de alguno de los tips de más abajo te servirá en tu aprendizaje.
2. DEFINE TU PLAN DE ACCIÓN: Aprender inglés es un trabajo que requiere método, pero sobretodo constancia, así es que la mejor opción es definir cómo vas a trabajar para mejorar tu inglés, fijar tus objetivos a corto y mediano plazo y una forma de medir tu avance manteniendo un registro de ello. No importa el método que uses (libros, estudiar por tu cuenta, institutos, profesor particular, etc,), lo importante es que sea un plan ordenado y donde veas tu progreso, que es lo que te mantendrá motivado. Y si no progresas lo suficiente, es mejor cambiar de método.
3. ANOTA EL VOCABULARIO CLAVE: Como la idea principal es que puedas mejorar tu inglés para el trabajo, lo mejor es hacerse consciente del vocabulario que necesitas a diario, anotarlo y buscar su equivalencia en inglés. Lo mismo con las expresiones que utilizas más comúnmente (en la sección Recursos Gratis de esta web encontrarás 2 listados con expresiones de utilidad). Conocer la terminología de tu trabajo es básico, pero conocerla en inglés te hará estar varios pasos por delante de como estás ahora.
4. PRACTICA A DIARIO: La clave para que el inglés empiece a “fluir” cuando queremos usarlo es practicarlo a diario. No se puede mejorar el inglés en las reuniones o videoconferencias estando callado. La única forma es atreverse a hablar, aunque sea una frase corta en los momentos claves. Esto no implica que en la vida diaria vas a intercalar 2 términos en inglés cada 3 palabras de español. Eso generalmente no sirve de nada, es ofensivo para muchos y te hace ver poco serio. La práctica diaria implica aprender una o dos frases, practicarlas bien y comenzar a utilizarlas cuando corresponde. Cuando salgan naturales ya querrás agregar más.
5. SÉ CRÍTICO CONTIGO MISMO: No te conformes con lo que ya sabes y no creas que lo sabes todo. Siempre se puede mejorar, y el inglés no es una excepción. El idioma es algo vivo, va cambiando. Siempre habrá nuevos términos que aprender, nuevas formas de decir las cosas. Grábate y escucha tu voz, analiza cómo estás hablando. Revisa cuánto sabes y cuánto te falta para llegar a tu nivel óptimo. Pide a alguien que revise lo que escribes, no dejes de practicar. La única forma de llegar a un buen nivel de inglés es exigiéndose cada día más y la única forma de mantener ese inglés es no dejarse estar.
Nunca me canso de decir que todos aprendemos de manera distinta. Y en el caso del inglés esto es más que evidente. Sin embargo, todos compartimos cierto nivel de dejación frente a lo que nos resulta más difícil o menos grato. Por eso siempre posteo tips y trucos para que superes la dejación y otras barreras que no te dejan mejorar tu inglés. Muchas veces la gente se autosabotea con respecto al idioma, pero cuando dejan de hacerlo, el avance es fenomenal. ¿Quieres intentarlo?
¡Nos vemos!
Publicado 04/09/2018
Si debes rendir el TOEFL o IELTS para estudiar o trabajar en el extranjero, te será difícil inicialmente escoger la mejor forma de preparar tu examen. Cada caso es distinto, pero en base a lo que me ha tocado observar, te presento algunos consejos para facilitar el proceso y que te ayudarán a mejorar el resultado final.
1. NO TE INSCRIBAS DE INMEDIATO: Muchas veces me contactan para preparar el examen con solo 2 o 3 semanas de anticipación. Aunque es factible lograr un buen resultado cuando el nivel de inglés es alto, en la mayoría de los casos la persona tiene mal manejo del inglés, por lo que la preparación puede durar fácilmente un año (dependiendo del puntaje que necesita obtener). Solo manejar las técnicas para responder el TOEFL o IELTS pueden llevar varios meses de trabajo, así es que no pierdas tu dinero inscribiéndote para la fecha más cercana si no estás seguro de conocer las técnicas del examen y tu inglés es lo suficientemente bueno.
2. MIDE TU NIVEL DE INGLÉS INICIAL: Este es un punto clave para saber cuánto tiempo invertir en la preparación. Recuerda que el objetivo de rendir el TOEFL o IELTS es demostrar que te comunicas de manera eficaz en un ambiente universitario o laboral, escribir papers o informes, y rendir otros exámenes. Sabiendo desde dónde debes partir será más fácil calcular cuántas semanas o meses debes invertir en la preparación, y cuánto te separa de un buen puntaje.
3. DEFINE BIEN TUS OBJETIVOS Y PLAZOS: Ya sea el TOEFL o el IELTS, deberás definir tus objetivos con respecto al examen a rendir, y hacer un seguimiento claro de tus avances. Si tu objetivo es muy alto y tu avance no es bueno es mejor postergar los planes por un tiempo: un mal examen igual lo hará, pero perderás dinero. Por eso es esencial calcular cuánto tiempo tienes realmente para prepararte y para todos los procesos de postulación que debas seguir. Ajusta tus plazos a tu propio avance.
4. NO TE PREPARES A ÚLTIMA HORA: Este es el peor pecado en la preparación del TOEFL o IELTS. No siempre el progreso es evidente, y no todos avanzan al mismo ritmo. Si sabes bien cuánto te separa de tu objetivo, podrás ajustar tus tiempos e intensidad en la preparación. También aprenderás a manejar tus nervios y desconcentración, que llevan a muchos fracasos. Prepararte a última hora es casi una forma de autosabotaje cuando tu nivel de inglés no es realmente bueno. Aquí no valen las improvisaciones, y si quieres mejorar tu futuro, la improvisación no es una buena idea.
5. HAZ UN PLAN Y SÍGUELO: Sabiendo tu nivel de inglés, define el tiempo que dedicarás a prepararte, el método que usarás, ver si trabajas por tu cuenta o tomas clases, y así podrás adaptar cada decisión al resultado que vayas obteniendo. Tanto el TOEFL como el IELTS tienen una lógica particular que deberás comprender y asimilar, y que te forzará a estudiar de manera ordenada y con una dificultad creciente. Mientras más ordenado y metódico seas tú, mejor resultado obtendrás.
6. BUSCA AYUDA PARA LAS PARTES MÁS DIFÍCILES: Para preparar el TOEFL o el IELTS, tienes diferentes opciones: Trabajar por tu cuenta, con libros o material disponible en internet. Sin embargo, para las partes de “producción” (cuando tú debes elaborar las respuestas, oralmente o por escrito), tu mejor alternativa es la ayuda de un experto en el tema. Tanto los libros como el material en internet presentan las respuestas de manera automática, por lo que no hay problema en conocer tus resultados. Pero, la conversación y la redacción de ensayos son más difíciles, pues cada respuesta debe cumplir ciertas reglas y requisitos, además de usar vocabulario y estructuras apropiados. Por esto, necesitarás de alguien que sepa detectar tus errores y corregirlos, y que sea capaz de ayudarte a mejorar en cada una de estas secciones. También podrá decirte cuál es el momento apropiado de inscribirte para el examen.
Llegar al puntaje que deseas no es fácil, pero un buen plan te puede ayudar a lograrlo. Lo importante es no improvisar, conocer tus límites, ordenar tu forma de trabajo y trabajar a conciencia. Con todos estos puntos, el éxito es casi seguro.
¡Nos vemos!
Publicado 30/8/2018
A veces impulsar la propia carrera implica postular a un cargo o estudios en un país de habla inglesa. Esto normalmente viene acompañado de una entrevista donde debes demostrar no sólo que eres el candidato idóneo, sino que además tienes un manejo adecuado del idioma. Muchas veces este momento marca un “antes y un después” en tus planes y te puede llevar lejos o dejarte en el mismo sitio.
Dejando de lado el nivel de inglés que tengas en este momento, te presento más abajo 5 tips que de seguro te ayudarán a enfrentar la mentada entrevista con un mejor pie, y de paso te darán nuevas herramientas para mejorar lo que ya tienes.
1. HAZTE UN PLAN: Las entrevistas en inglés no surgen solas, para llegar a ellas debes haber postulado a algún puesto o curso de postgrado. Y así como planeaste ese primer paso, debes hacerte un plan más o menos claro sobre cómo vas a enfrentar una entrevista en inglés. Si tu nivel ya es bueno, igual deberás pensar en mejorarlo, para sentirte seguro en el momento mismo. Si tu nivel no es tan bueno, con mayor razón deberás pensar en cómo llegar al punto que te permita desenvolverte. Empieza a pensar de inmediato en las alternativas que tienes para mejorar tu inglés antes de la entrevista: curso de inglés intensivo, práctica con amigos, videos, música, libros, clases particulares, aplicaciones en el teléfono, etc.
2. MIDE TU NIVEL DE INGLÉS: La mejor forma de enfrentar una entrevista en inglés es sabiendo de antemano tus puntos fuertes y tus limitaciones. Con esa información ya puedes tomar las medidas necesarias para que esa entrevista no te pille en frío. Tal vez tu limitación sea solo psicológica (miedo a hablar durante la entrevista) y tu inglés sea lo suficientemente bueno para describir todos tus logros. O tal vez tu inglés sea muy limitado y tengas que tomar unas clases con urgencia, o sumergirte en el idioma por un tiempo, pero eso te puede ayudar a lograr un desempeño digno en la entrevista. Es vital saber desde dónde partes.
3. PREPÁRATE CON ANTICIPACIÓN: Lo peor que podrías hacer en una entrevista en inglés es improvisar. Como no es tu lengua materna, los nervios te harán olvidar una gran cantidad de palabras o expresiones, lo que hará peligrar tu desempeño en el idioma cuando más lo necesitas. Si conoces el tema del que trata la entrevista, asegúrate creando un listado en español e inglés de todas las palabras y expresiones claves que ayuden a hablar del tema, de tu experiencia o de las preguntas que te puedan hacer. Aprende y practica todos los términos que puedas, esto realmente puede marcar la diferencia entre una buena o mala entrevista en inglés.
4. CORRIGE LO QUE SEA MÁS FÁCIL: Ya que a estas alturas conoces tu nivel de inglés, asesórate para saber cuáles de esos puntos débiles puedes corregir antes de la entrevista. A veces necesitas enfocarte más en el contexto general para entender lo la conversación, otras veces necesitas hablar más pausado o simplemente aprender algo de vocabulario extra. Curiosamente, muchas veces al corregir algunos puntos simples, la gente tiene un “repunte” en el idioma y de pronto se le facilitan mucho más las cosas. Es lo que se conoce como “hacer click”.
5. EXPONTE MÁS AL IDIOMA: De aquí al momento de la entrevista exponte al inglés todo lo que puedas. Aunque sea unos pocos días de exposición máxima al idioma (a través de videos, películas, audios, conversaciones, clases, artículos, etc) facilitarás enormemente la transición del español al inglés durante la entrevista. Habrás escuchado o leído inglés por tanto tiempo de corrido, que cuando tengas que enfrentar la entrevista en sí, esa transición será más natural, estarás más relajado y hablarás inglés mucho mejor.
En todos mis años entrevistando gente y ayudándolos a preparar sus entrevistas en inglés, nunca he encontrado mejores tips que los que implican una preparación a conciencia. Sé ordenado, tómate la entrevista en serio y toma todas las medidas necesarias para que tu inglés no te falle. Solo así podrás darte el gusto de rendir una entrevista óptima.
¡Nos vemos!
Publicado 22/8/2018
Seguramente te preguntaste más de una vez cómo mejorar tu conversación en inglés, y obtuviste diferentes respuestas, desde “toma un curso de inglés” hasta “ve películas”, pasando por la opción de videojuegos, lectura de libros o artículos o el tan consabido “ve las noticias en la BBC”.
Analizando desde adentro, me he dado cuenta de que ninguna de esas opciones sirve cuando no tienes el compromiso consciente de avanzar, y de pasar desde el inglés que ya tienes a un nivel superior. Esto se relaciona más que nada con tu postura frente al tema, y que según yo, influye directamente en los resultados a obtener. En otras palabras, si te tomas las cosas en serio, y pones en práctica los siguientes puntos, cualquier método que utilices para mejorar tu nivel de conversación en inglés (por tu cuenta o con un profesor), podrá darte buenos resultados:
1. PRACTICA: No sacas nada con estudiar inglés 7 días a la semana si después te quedas callado y no practicas lo que aprendiste. Si quieres mejorar tu conversación en inglés debes PRACTICAR CONVERSANDO. Comienza con lo que sepas, aunque sea básico e incorpora una frase o palabra cada vez. Atrévete a practicar con quien tengas a mano, tómalo como una tarea diaria, pues lo poco que puedas decir al principio se irá multiplicando y en un mes podrás sostener una conversación más o menos básica, dependiendo de tu propio esfuerzo.
2. NO TRADUZCAS LITERALMENTE: El inglés tiene una lógica diferente al español. Es más directo, se usan menos palabras por frase y se aprecia el mundo desde otra perspectiva. Por eso cuando la gente trata de traducir palabra por palabra resulta generalmente en un desastre. Quedas en evidencia de que no sabes, y corres el riesgo de “fijar” en tu mente una frase o expresión mal dicha que te llevará años corregir. Por otro lado, un hablante nativo no comprenderá lo que dices al traducir literalmente un dicho local, por más divertido que te parezca y hasta se puede sentir ofendido. Cuidado con eso. Si quieres mejorar tu conversación en inglés, busca la frase que transmita el sentido correcto de lo que quieres decir. Aprende el equivalente en inglés a tus dichos y expresiones favoritas. Te ayudará mucho a no traducir literalmente y de a poco, a “pensar en inglés”.
3. APRENDE DE MANERA CONSCIENTE: Si quieres mejorar tu conversación en inglés, tienes que estar consciente de tu nivel, de tu progreso y de tus fallas. Empieza por saber con claridad en qué punto estás (tu nivel de inglés) y define una forma de trabajo que te lleve al nivel siguiente. Si quieress avanzar y no mides tu progreso, ¿quién lo hará por ti? Elige la forma en que vas a aprender/ estudiar inglés, y comienza a dar los pasos necesarios… esto no sucederá por sí solo, tú tienes que hacer que suceda.
4. APRENDE DE MANERA INCONSCIENTE: Bombardéate con el idioma, exponte a todas las situaciones en que estés en contacto con el inglés, escucha, lee, rodéate de cosas en inglés. La sola exposición diaria al idioma te permitirá internalizarlo de manera más natural, y te será más fácil atreverte a conversar en inglés. Luego vuelve al paso 1, practica, aplica los pasos 2 y 3, anota o graba lo que vayas aprendiendo, de manera consciente y por supuesto, mide tu avance.
5. PLANTÉATE NUEVOS DESAFÍOS: No te duermas en los laureles. El mercado está lleno de personas que aprendieron inglés en su momento, y que después de cierto nivel no avanzaron más, o no practicaron más, y ahí quedaron. Si no practicas, el inglés se pierde, al practicar la conversación a diario, y buscas aprender constantemente, puedes llegar a un nivel de hablante nativo. Pero recuerda, esto no sucede solo, DEBES HACER QUE SUCEDA. Esfuérzate por aprender nuevas cosas, nuevo vocabulario, formas y frases distintas en diferentes contextos, y por supuesto, practica (paso 1), usa la lógica del inglés para decir las cosas (paso 2), lleva un registro de tu avance (paso 3), rodéate del idioma (paso 4).
Resumiendo, mis mejores recomendaciones se relacionan a cómo enfrentar el proceso, a tomártelo con seriedad y no esperar que ocurra un milagro. Mejorar tu conversación en inglés depende en gran medida de ti, y si eres lo suficientemente dedicado, con estos 5 pasos verás un avance progresivo, sostenible y mucho más rápido que lo que alguna vez imaginaste.
¡Nos vemos!
Publicado 17/8/2018
Una pregunta común entre quienes estudian inglés es si deben rendir o no el TOEFL o IELTS para acreditar su nivel. Mi respuesta más frecuente es: Depende de tus planes.
Muchas veces se considera estos exámenes como una obligación o salvoconducto permanente que garantiza un cierto nivel de inglés. Sin embargo, pueden representar un montón de gastos extras, y no necesariamente te servirán en tu vida normal o tu carrera.
Me explico: Si no tienes planes específicos donde estos exámenes sean uno de los requisitos, no tiene sentido invertir dinero y tiempo en ellos, pues para demostrar tu nivel de inglés, es mejor hacerlo en situaciones comunes y corrientes, y no con un examen.
¿Cuándo y para qué debo rendir estos exámenes?
Aquí te dejo las 4 razones principales por las que debieras rendir el TOEFL o el IELTS. Si tu razón no está en la lista, probablemente no los necesites.
1. POSTULAR A UN TRABAJO EN EL EXTRANJERO: Para trabajar en un país de habla inglesa, tanto el TOEFL como el IELTS son tus mejores alternativas. Un buen resultado en éstos indica que estás capacitado para trabajar en inglés, y te ayuda a obtener tu Visa de Trabajo.
2. ESTUDIAR EN UN PAÍS DE HABLA INGLESA: Si tu sueño es un MBA u otros estudios de Post-grado en el extranjero, necesitarás el TOEFL o el IELTS, y en muchos casos también el GMAT, que mide tus habilidades matemáticas. Con estos exámenes puedes acreditar que estás capacitado para estudiar y rendir exámenes en inglés.
3. WORKING HOLIDAYS: Además de la edad límite (30-35 años dependiendo del país a que postules), los requisitos incluyen 70 puntos en el TOEFL o 5.5 en IELTS para obtener la Visa correspondiente.
4. OBTENER UNA BECA: Para becas de grado o Post-grado, uno de los requisitos es tu certificado de TOEFL o IELTS. Nuevamente, para demostrar que estás capacitado para estudiar en inglés.
Incluso en el primer punto, puede que el posible empleador no te exija uno de estos exámenes y prefiera hacerte una entrevista en inglés. Por lo que cabe una vez más insistir: si el TOEFL o el IELTS no son un requisito, es mucho mejor invertir tus esfuerzos en mejorar tu desempeño general en el idioma.
¡Nos vemos!
Publicado: 11/8/2018
Días atrás alguien me comentaba sobre sus esfuerzos para potenciar su carrera: varios diplomados en Coaching y Liderazgo, hasta un MBA, su CV estaba lleno de títulos y grados impresionantes. Al preguntarle sobre cómo esto le había ayudado en su carrera, me respondió que no estaba seguro: llevaba 5 años en el mismo cargo, y al postular a algo más alto, lo rechazaron por su nivel de inglés. Ahora estaba tratando de decidir si estudiar otra carrera en el extranjero o hacer “un curso de inglés no más”.
Esto me hizo pensar en muchos profesionales que tienden a tomar los Post-grados como la única opción para avanzar en su carrera, ignorando una solución más simple y humilde: APRENDER INGLÉS, y que podría llevarles más lejos, en menos tiempo y por menos dinero.
Aprender inglés tiene al menos 4 beneficios tangibles para tu carrera, y que se complementan fácilmente con tu perfil profesional.
1. POSIBILIDAD DE ASCENSOS: Especialmente si trabajas para una empresa internacional o con contacto en el extranjero. El número de personas con inglés en los cargos de alta gerencia es mínimo, lo que te da más opciones de ascender y hablar inglés potenciará tu participación en las decisiones importantes.
2. MEJOR SUELDO: Con un buen nivel de inglés, podrás optar siempre a mejores cargos, mayor visibilidad y mayores responsabilidades, pudiendo incluso duplicar o triplicar tus ingresos.
3. VIAJAR O TRABAJAR EN EL EXTRANJERO: En empresas internacionales, tendrás más opciones de optar a cargos en países de habla inglesa, o un puestos que impliquen viajar al extranjero periódicamente. Obviamente, con mejores beneficios y visibilidad.
4. CAMBIOS DE CARRERA: Aunque cambies de rubro, o decidas empezar por tu cuenta, el hablar inglés te permitirá sobresalir en todas las áreas de negocios, desde la simple comunicación con el extranjero y realización de informes hasta las negociaciones más importantes.
Hay muchas otras razones por las que el inglés puede impulsar tu carrera. Si hoy estás pensando en un trabajo más atractivo o mejor pagado, tal vez tu primera opción no sea ese nuevo diplomado o magister. Pues si la próxima semana te llaman desde la empresa a la que estás postulando y la entrevista es en inglés…¿Qué te servirá más? ¿Un nuevo título/grado o dar una buena entrevista?
¡Nos vemos!
Publicado: 06/8/2018
Si, recursos hay y de sobra. Internet está lleno de opciones para aprender Inglés gratis, y la calidad de los cursos en general es MUY BUENA.
¿Por qué entonces hay tanta gente que sigue sin saber inglés? Porque todos los cursos tienen la misma, única falla: el alumno no es constante.
Si necesitas aprender y no tienes dinero para pagar un curso, aquí tienes 5 alternativas probadas. EL ÚNICO REQUISITO PARA EL ÉXITO ES TU CONSTANCIA
1. www.busuu.com : Gran alternativa si dedicas unos 30 minutos diarios. Puedes comenzar desde cero, e ir avanzando en complejidad. Contiene audio, muchas frases prácticas y realmente notas el progreso.
2. www.duolingo.com : Muy bueno si tienes problemas de tiempo, puedes practicar desde 5 minutos al día, partiendo desde cero si quieres. Te permite asociar palabras y frases a imágenes, lo que ayuda mucho a recordar.
3. www.memrise.com : Ideal si recuerdas mejor lo que ves, los cursos están divididos por niveles, y entregan un montón de frases hechas que te facilitan la conversación. Muy entretenido.
4. www.ompersonal.com.ar: Excelente alternativa, cursos de inglés en general, negocios y preparación de exámenes. Todos los niveles, con gramática, ejercicios, audios, y explicaciones fáciles de entender. Todo con su traducción al español.
5. https://www.engvid.com/: Clases gratuitas en video con hablantes nativos. Los videos están clasificados por Nivel y cuentan con ejercicios muy buenos
Ventajas de estos cursos: metodologías diversas, puedes encontrar lo que más se adapte a tu forma de aprender. Todas cubren aspectos fundamentales y muchas posibilidades (gramática, ejercicios prácticos, audio, autocorrección, videos, historias para leer o escuchar).
Desventajas: No tienes con quién practicar la conversación
¿Hasta dónde puedo avanzar? Muchísimo, saber cómo funciona el idioma, armar frases, entender inglés hablado, manejar conversaciones más o menos básicas. Mientras más practiques, más avanzarás.
¿Y si eres constante y estudias sin parar en uno de esos cursos, puedes llegar a aprender? ¡Por supuesto que sí! Tal vez el curso no se ajuste específicamente a lo que necesitas, o no llegues a ser hablante nativo, PERO ESTARÁS MIL VECES MEJOR QUE AHORA. ¿Qué tienes que perder?
¡Nos vemos!
Publicado 25/7/2018
Casi todos los días alguien me pregunta por alguna fórmula para aprender inglés. Siempre digo que sobran las opciones, pues hay recursos y formas por todos lados: institutos, profesores particulares, música, películas, juegos de video y por supuesto INTERNET. Después de escuchar mis recomendaciones, generalmente la otra persona me mira en silencio, y cambia el tema. Pasado un tiempo veo que la persona no tomó ninguno de esos caminos y por razones obvias, sigue sin saber inglés.
Tal vez lo más complicado para avanzar en inglés es algo tan obvio como empezar. No importa el método que se ocupe, pero hay que dar el primer paso: un curso o ver películas, conseguir un profesor, aprender canciones, lo que sea, pero EMPEZAR de una vez. Y ser constante, porque el día que pares será el final del avance.
Esto ya no es un tema de posibilidades, pues el mercado está lleno de cursos, pagados y gratuitos, presenciales y online, con institutos, con profesores, con metodologías diversas, todos de buena calidad… y hay muchas formas menos convencionales, como películas, música, videojuegos o grupos de conversación…pero son muy pocos los que comienzan a estudiar o practicar de manera metódica. Y menos aún los que persisten.
Ayer mismo hablaba con una persona que lleva 10 años diciendo que necesita aprender inglés por su trabajo, y que planea hacerlo…pero aún no empieza.
¿Qué hacer entonces? No queda otra. Hay que decidirse y empezar. Aunque sea con algo pequeño, pues lo que sea que aprendas en ese primer paso va a ser una ganancia y estarás mil veces mejor que como estás ahora.
¿Empezaste ya?
Nos vemos,
Lucía
Publicado 21/7/2018
¿Cuántas veces te has propuesto comenzar a estudiar inglés? ¿Cuántas veces has comenzado y abandonado al poco tiempo?
Tal vez la razón más poderosa de por qué algunas personas no aprenden inglés es porque postergan, postergan y postergan la actividad por mucho tiempo.
Cada año me contactan al menos 3 o 4 personas con esta característica y me cuentan que necesitan aprender inglés de manera más o menos urgente. Me cuentan sobre todos los intentos que han hecho y que han postergado sus clases por falta de tiempo, asegurándome que “ahora sí” van a “ponerse las pilas” y tomar clases en serio, “sí o sí”. Curiosamente, casi todas estas personas usan las mismas expresiones, y más curioso aún, ABANDONAN cuando ha pasado más o menos la misma cantidad de tiempo. Sus razones para “suspender temporalmente” son diversas, pero generalmente implican una cantidad increíble de actividades nuevas iniciadas después de empezar sus clases de inglés, (léase Diplomado, Magister, curso de cocina, construcción de una segunda casa, vacaciones en el extranjero, etc.). A veces simplemente te dicen: “después coordinamos”, aunque no vuelven a contestar el teléfono.
Al principio de mi carrera me cuestionaba pensando que la falla estaba en mí, que era mala profesora o mis clases no servían, pero la evaluación por parte de mis alumnos sobre mi trabajo me dejó tranquila… por otro lado el fenómeno de “los postergadores” se ha seguido repitiendo año a año. Y cada cierto tiempo, me vuelvo a topar con las mismas personas ¡y aún no han podido avanzar en su inglés!
¿A qué se deberá este fenómeno? Alguien me dijo por ahí que las otras actividades son más manejables y más fáciles de afrontar porque los asustan menos. Para mí en realidad esto es como la ida al gimnasio: Requiere determinación, pero sobretodo un esfuerzo diario, constancia. Y ahí es donde la gente tiende a abandonar. ¿Cuántos compran una membresía anual al gimnasio y van solo la primera clase? Y nunca llegan a tener las ansiadas “calugas”. Lo mismo pasa con los “postergadores”. Tienen toda la intención del mundo para aprender inglés bien, pero asisten solo unas pocas clases. Y el ansiado nivel “hablante nativo” nunca llega.
¿Qué hacer entonces? Lo más importante: empezar, de inmediato, si no, vas a postergar. Luego, lo que más cuesta: no parar, porque a la primera excusa le seguirán 200 más.
Esa es la única diferencia entre los que hoy hablan inglés como expertos y los que quedaron en el camino. ¿En qué grupo quieres estar tú?
¡Nos vemos!
Publicado 12/7/2018
¿Sigues haciéndote esa pregunta? Tal vez las próximas líneas te ayuden a entender por qué no has podido avanzar en el tema…
En los últimos posteos he mencionado 4 factores clave, detectados a lo largo de mis años de enseñanza, y que no permiten que algunas personas aprendan inglés o que salgan de un mismo nivel por años.
1. No encontrar el curso que se acomode a tus necesidades.
2. Miedo a equivocarse, o hacer el ridículo.
3. Postergar y postergar la decisión indefinidamente, y
4. Una mezcla de todos los factores anteriores.
Hoy veremos qué pasa con ese segundo factor: El miedo a equivocarse o a hacer el ridículo. Desde pequeños se nos prepara para dar poco espacio a los errores, para sentirse avergonzado si no se sabe la respuesta, y sentirse fracasado cuando nuestros intentos no nos llevan al éxito total. La presión de las notas desde chiquititos, o los retos de nuestros mayores por equivocarnos e incluso el no poder optar a un trabajo porque no se domina al 100% alguna habilidad técnica nos tienen “programados” para hacer cortocircuito al primer error. Para algunas personas ese cortocircuito es de nivel mayor, y de verdad les complica la vida equivocarse, y lo evitan a toda costa. El resto de los humanos lo tomamos con más calma, pero ante ese miedo al ridículo igual nos ponemos colorados, tartamudeamos, queremos desaparecer debajo de la silla o nos bloqueamos simplemente, porque “oh, horror de horrores, nos equivocamos, se van a reír de nosotros y merecemos la pena máxima”.
Comúnmente ese temor es manejable, pero cuando la enseñanza ha sido más bien rígida, ese temor se hace gigante. Y así llegamos a un montón de personas que sufren lo que yo llamo “pánico escénico” ante la posibilidad de decir algo en inglés. Y lo peor es que ni siquiera se atreven a estudiarlo y se quedan viviendo en esa frustración eterna de no estudiar por miedo, o si lo hacen, no participan activamente del curso que ya pagaron, porque se mueren de susto de cometer un error.
¿Y qué puede pasar si nos equivocamos al decir algo en inglés? Nada. Absolutamente nada. La tierra seguirá girando, internet seguirá funcionando, la economía seguirá estable y nadie morirá por nuestra culpa. A lo más alguien se reirá porque salió algo divertido, pero ¡eso será algo bueno! Un momento de distensión.Y si nadie se rió y nos corrigieron, ¡también es algo bueno! Porque en la próxima ocasión tal vez ya no me equivoque.
¿Y cuál es la solución entonces si te da miedo hacer el ridículo con el inglés? ¡Relájate! Una palabra o una frase mal dicha en una clase no va a matar a nadie. Puede ser la ocasión para divertirse un poco y no habrá ninguna hecatombe. Busca un/a profesor/a con quien te sientas a gusto, que sea amable y que te corrija sin que te sientas tonto, que se ría contigo y que te muestre que equivocarse a veces te ayuda mucho más en la vida que la perfección todo el tiempo.
¡Nos vemos!
Lucía
Publicado 11/7/2018
Hace unos días me pidieron consejos sobre las mejores técnicas o datos para aprender inglés. No pude evitar pensar en lo opuesto: por qué la gente no aprende inglés, o qué lo está deteniendo. Sin darme cuenta, llegué a 4 puntos que considero claves y que no permiten que la gente le gane la carrera al idioma. Para mí, estos puntos son:
1. La gente no encuentra el curso de inglés que les sirve o acomoda.
2. Miedo a equivocarse, así que nunca llegan a tomar clases, o si lo hacen, no participan.
3. Porque postergan, postergan y postergan la decisión.
4. Por todo lo anterior.
Hoy me referiré al primer punto: la gente no encuentra el curso que les sirve o les acomoda.
En 25 años enseñando inglés, he observado 2 constantes: poca variedad en la oferta de cursos y gente que toma solo el mismo tipo de cursos de inglés.
Con “poca variedad de cursos” me refiero a que en general, los cursos de inglés ofrecen un enfoque absolutamente tradicional de enseñanza, que a lo más incorpora algo de tecnología a las clases y no adapta el contenido mismo a las necesidades del alumno. Normalmente tienen paquetes ya establecidos de contenidos, y para que el alumno llegue al punto “interesante” debe recorrer un camino bastante largo.
Por otro lado, hay un gran número de personas que sí aprenden inglés, pues los cursos que se ofrecen de verdad son buenos, pero también existe un número importante de “alumnos eternos” , no cubiertos y que toman mil cursos de inglés, invirtiendo años de esfuerzo y dinero sin llegar a destino. Y no es por un tema de calidad de los cursos, sino que, habiéndolo intentado, no lograron aprender lo que querían aprender.
¿Cuál será la razón? Desde mi humilde perspectiva, solo eligieron cursos que no se adaptaban a sus necesidades.
Cada persona es un mundo en sí, con necesidades, intereses y objetivos totalmente diferentes unos de otros. Nuestros caminos en la vida difieren de los de otras personas. ¡Hasta nuestra forma de aprender es diferente! Hay quienes recuerdan todo lo que escuchan, otros lo que leen, otros lo que ven, otros lo que escriben, otros que necesitan ejercicios prácticos, o que necesitan mezclar todas las técnicas posibles…¿Cómo puedo pretender entonces que toda la gente va a aprender con el inglés de la misma forma?
Y si nuestras metas personales y necesidades profesionales son diferentes, ¿por qué toda la gente debe tomar el mismo tipo de curso de inglés? Y aquí los invito a analizar: ¿Cuántas veces comenzaste un curso y sentiste que no te sirvió para lo que querías? ¿No será que simplemente no se adaptaba a lo que necesitabas aprender?
Tal vez todo este tiempo solo debías encontrar un curso de inglés que abordara esas diferencias…sabiendo esto, ahora solo tienes que buscarlo.
¡Nos vemos!
Lucía
Publicado 10/7/2018
Han pasado años desde que decidiste hacer un curso de inglés y aún no sales de la presentación personal básica: "My name is...I work at..."
¿Será que no naciste para hablar otro idioma? ¿No tienes la capacidad?
Te tengo buenas noticias: no hay nada malo contigo. Pero tal vez hayas caído en una de las “trampas” que muchos nos ponemos ante un desafío.
A lo largo de mis años enseñando Inglés he visto que la mayoría de los alumnos que abandonan, “los estudiantes eternos” del idioma, no logran su objetivo por 4 razones principales:
1. No encontraron el curso de inglés apropiado
2. Miedo a equivocarse
3. Postergar, postergar, postergar
4. Todas las anteriores
Y han pasado los años, pagando y pagando cursos de inglés que no se acomodan a sus necesidades, con metodologías que no les ayudan a sacar lo mejor de sí, con pánico escénico por no atreverse a decir nada en inglés o por todas las razones juntas. Curiosamente, ninguna de esas razones tiene que ver con la calidad de los cursos que se ofrecen, tampoco es por una incapacidad de aprender o hablar otro idioma: son simples trabas personales, con un origen muchas veces psicológico (y según algunos expertos hasta genético) que no les permite abandonar el círculo vicioso de “empezar curso de inglés, pagar, abandonar curso”.
¿Y se podrá solucionar? ¡Por supuesto que sí! Los próximos posteos vienen llenos de consejos para que puedas por fin ganarle la batalla al inglés.
¡Nos vemos!
Lucía
Publicado 9/7/2018